Quienes hemos participado en el movimiento a favor de los productos del mar sostenibles -ONG, industria, donantes, mundo académico- nos merecemos una palmadita en la espalda. En los últimos 20 años...

- La producción sostenible y responsable de productos del mar salvajes y de piscifactoría ha crecido significativamente

- La demanda de sostenibilidad y mejora por parte de los grandes compradores se extiende a una creciente diversidad de mercados

- A lo largo de toda la cadena de suministro han ido surgiendo líderes del sector, que ahora hablan el mismo idioma que las ONG.

- El aspecto "humano" de la producción y transformación de los productos del mar es actualmente una de las principales preocupaciones de gran parte del sector.

- La financiación del movimiento se ha profundizado y diversificado gracias a inversiones por parte de organizaciones filantrópicas, el propia sector, agencias de desarrollo y particulares con grandes patrimonios.

- Muchas empresas han integrado las herramientas de sostenibilidad en su flujo de trabajo diario como instrumentos de toma de decisiones.

- [¡Inserte aquí sus otros cambios sistémicos favoritos!].

Para alcanzar estos logros, muchas ONG han desempeñado diversas funciones para el sector de los productos del mar: asesoramiento, validación, convocatoria, consultoría, extensión del departamento de RSC y varias más. Sostenemos que, sobre todo en mercados como Norteamérica y el norte de Europa (incluidos el Reino Unido y Alemania), donde este movimiento lleva en marcha más de una década, las ONG tenemos que volver a centrar más nuestros esfuerzos en los logros de la conservación y menos en servir a las prioridades no conservacionistas de la industria. Por supuesto, queremos que el sector de los productos del mar siga cosechando éxitos, especialmente en apoyo de la ampliación de los logros mencionados y la finalización de lo que todos empezamos, para conseguir que los productos del mar sean sostenibles en todo el mundo.

En el extremo de la cadena de suministro correspondiente a los grandes compradores, las empresas en mercados maduros han cumplido o están cumpliendo sus compromisos en materia de productos del mar sostenibles. Actualmente disponen de una amplia gama de recursos para conseguirlo. De cara al futuro, SFP cree que el T75 proporciona una hoja de ruta en torno a la cual las ONG y sus socios pueden aunar esfuerzos para impulsar resultados tangibles y medibles allí donde exista influencia. Esto incluye impulsar mejoras para abordar las repercusiones de la pesca en los ecosistemas y la biodiversidad. También supone implicar a los compradores en la mejora de las políticas nacionales de acuicultura y pesca, lo que nos lleva al extremo productivo de la cadena de suministro...

SFP considera que el aspecto en el que aún quedan más avances por hacer para conseguir una producción sostenible o mejorada es el de los pequeños productores en países con deficiente gobernanza y gestión de los recursos. Los métodos tradicionales de trabajo basados en el mercado que venimos utilizando desde hace años están alcanzando sus límites en cuanto a impacto en este ámbito. Creemos que es necesario "combinar" más modalidades de trabajo tradicional de conservación; por ejemplo, encontrando formas de establecer una gobernanza y una gestión regionales o locales que puedan prosperar en sistemas nacionales de gestión de la pesca y la acuicultura poco eficaces. Se ha demostrado que los sistemas de cogestión alivian las cargas del gobierno al tiempo que dan a los productores más control sobre sus recursos.

A escala nacional, las ONG deben redoblar sus esfuerzos para animar a los gobiernos a mejorar sus estándares de gestión de la pesca y la acuicultura. Deben establecerse políticas nacionales para mejorar toda la producción, no solo la de determinadas piscifactorías o pesquerías. Estas políticas deben apoyar y fomentar los tipos de sistemas de gestión (como la cogestión) que tengan sentido en el contexto de cada país. Parte de la "combinación" mencionada anteriormente consiste en alinear la influencia de nuestro trabajo basado en los mercados para impulsar y recompensar estos esfuerzos de conservación más tradicionales.

La Conservation Alliance for Seafood Solutions (a la que nos referimos como "la Alianza") podría servir de poderosa plataforma para implantar este modelo de "más conservación y menos soluciones para productos del mar". La Alianza se creó originalmente para proporcionar una Visión Común a la industria y las ONG que ofrecía una hoja de ruta para que todos pudiéramos alcanzar los logros mencionados al principio de esta publicación. A medida que la Alianza revisa su estrategia para el futuro, debería empezar por garantizar un objetivo común entre sus miembros que refleje los objetivos de conservación actuales de cada organización. Esta renovada teoría del cambio ayudará a aclarar cómo se articulan las organizaciones y los objetivos tal y como están redactados en la actualidad. La clave será mantener la conservación como hilo conductor. Los trabajos que deban realizarse fuera de la Alianza (por ejemplo, por parte del propio sector o de proveedores contratados) no deben tenerse en cuenta de cara a la colaboración en el marco del grupo. Debemos asegurarnos de utilizar los fondos filantrópicos para verdaderos esfuerzos de conservación, allí donde la industria no pueda o no quiera realizar el trabajo por sí misma.