La semana pasada, la SPP organizó nuestro Foro Europeo de la Pesca en Elche (España). Cerca de 60 asistentes en representación de la industria española y británica, ONG y otras partes interesadas se unieron a nosotros en un día de presentaciones y debates sobre los esfuerzos de mejora global. La SPP inauguró el foro con una presentación sobre la visión de Target 75, una iniciativa que pretende conseguir que el 75% del volumen de los principales sectores pesqueros sean sostenibles o mejoren para 2020. Cuando hablamos de la iniciativa, parece demasiado ambiciosa para ser posible, y se notaba que la sala se sentía intimidada por el reto.

Hasta la fecha, estamos en torno al 30%, impulsados en gran medida por los primeros esfuerzos en el pescado blanco y el salmón, junto con los compromisos de productos del mar sostenibles de minoristas británicos y norteamericanos que se propusieron mejorar las explotaciones y pesquerías de sus propias cadenas de suministro que aún no estaban preparadas para cumplir los criterios de sostenibilidad. Pero, ¿cómo llegar al resto?

Durante el foro, oímos hablar de los proyectos de mejora de las pesquerías (FIP, por sus siglas en inglés) de calamar volador gigante, calamar volador japonés, sardina, pulpo y tintorera, en lugares como Perú, Marruecos, Mauritania y China. Al final del día me di cuenta de que el objetivo 75 ya está en marcha. Se están poniendo en marcha proyectos de sostenibilidad en pesquerías y países que antes parecían demasiado difíciles de abordar.

Mientras discutíamos estos proyectos a lo largo del día, surgieron una y otra vez tres retos fundamentales:

  1. Muchas de estas pesquerías carecen de datos, no se han documentado los niveles de las poblaciones, las capturas, etc.
  2. Hay una falta de gestión y regulación de la pesquería, y el gobierno tiene que comprometerse
  3. Falta de gestión de las flotas de altura en alta mar

En los tres casos anteriores, la solución propuesta por todos los ponentes fue la creación de una mayor colaboración entre las partes interesadas para llamar la atención de los gobiernos o los OROP. En el caso de la tintorera, Emilio Fernández, de Espaderos del Atlántico, describió el duro trabajo que habían realizado para reunir a los armadores y ahora el 95 % de la flota palangrera de superficie de la UE está representada en el FIP. En cuanto al calamar gigante del Pacífico, se ha creado el Comité para el Manejo Sustentable del Calamar Gigante del Pacífico Sur (CALAMASUR), en el que participan representantes peruanos, chilenos y ecuatorianos de los sectores de la pesca artesanal e industrial y de la transformación.

Sin embargo, no es fácil establecer estas colaboraciones entre países que compiten por las mismas poblaciones de peces y buques que compiten en el mismo mercado. Emilio explicó que para ellos la clave está en empezar con unos pocos líderes y que luego les sigan otros.

Si forma parte de una mesa redonda de la cadena de suministro o de un FIP, o si es uno de los principales compradores con un compromiso con los productos del mar sostenibles, usted es uno de estos líderes, y necesitamos que nos ayude a reunir al sector de los productos del mar en torno a Objetivo 75. Ahora que queremos ampliar el modelo de mejora a escala mundial, su voz es más necesaria que nunca para demostrar que este enfoque ha funcionado en su empresa y que está dispuesto a participar cuando se necesiten coaliciones. Si usted es proveedor, no se limite a decírselo a los clientes que sabe que se van a preocupar: dígaselo a los que aún no han preguntado. Sea transparente y haga públicos sus esfuerzos para que sus competidores tomen nota.

Esto es lo que hará falta para alcanzar la Meta 75. Y si seguimos trabajando juntos, construyendo y fomentando colaboraciones a escala para abordar los retos en pesquerías o países enteros, lo conseguiremos antes de lo que nunca creímos posible.