De cara a 2016, una de las áreas clave de la acuicultura en las que SFP tiene previsto centrarse es la promoción del concepto de acuicultura zonal, es decir, conseguir que varias explotaciones, incluso las gestionadas por empresas competidoras, trabajen juntas para hacer frente a los riesgos de enfermedades comunes que siguen afectando al sector y para garantizar que los recursos compartidos, como las vías fluviales, no se contaminen por vertidos comunes.

Con la creciente demanda mundial de productos marinos de cultivo, es fácil que un sector en expansión se vuelva demasiado denso para su propio bien y hemos visto pruebas de algunos de los peligros de ello en la industria de la maricultura china, como declaró esta semana Mark Godfrey en SeafoodSource.

Godfrey citó un informe de una empresa china que fabrica vitaminas y otros medicamentos para el sector acuícola del país. El informe dibuja un sombrío panorama de descenso de la demanda de productos marinos de cultivo de gama alta, y Godfrey señaló que esto supone aún más presión sobre un sector que se enfrenta a mandatos corporativos y gubernamentales de expansión. El sector ya ha reservado mucho espacio, tanto en la costa como en el interior, para aumentar la producción acuícola.

Sin duda, algunas de esas explotaciones están situadasmuy próximas unas a otras, lo que significa que compartirán el mismo curso de agua o el mismo recurso hídrico oceánico. Además de los riesgos de otras explotaciones, existe el riesgo de que una empresa menos sostenible contamine el mismo recurso -el agua- que las explotaciones necesitan.
Anton Immink, Director de Acuicultura de SFP, me comentó: "Es obvio que las explotaciones no operan de forma aislada, por lo que los planteamientos de gestión también deben coordinarse, sobre todo cuando un mal operador puede afectar a toda una zona de productores."

Para ser justos, este problema no es endémico de China: a finales del año pasado, un grupo de criadores de pangasius vietnamitas solicitó al gobierno local que hiciera algo para detener la contaminación de un río que compartían todos los criadores, contaminación que estaba provocando la muerte de miles de peces (si bien es cierto que dicha contaminación procedía de una planta de procesamiento y no de uno de los cultivos). No olvidemos tampoco el brote de anemia infecciosa del salmón en un pasado no muy lejano en Chile, que muchos expertos achacaron en parte a la existencia de demasiadas granjas demasiado juntas, todo ello debido a una industria que se expandió demasiado y demasiado rápido.

Aplicar un enfoque zonal es una forma de detener estos problemas antes de que empiecen. Del mismo modo que los barcos de pesca y las empresas pesqueras prestan atención al recurso que todos comparten -en este caso, una población de peces común-, los acuicultores deben considerar que el agua que ocupan también es un recurso común. Al igual que una pesquería adecuada y sostenible, las explotaciones acuícolas deben tener en cuenta el panorama general y deben hacerlo ahora, sobre todo porque el sector está destinado a un crecimiento continuo, antes de que una mala gestión regional arruine la producción para todos.

Si desea más información sobre acuicultura zonal, póngase en contacto con Anton Immink.