Principales conclusiones

  • La política pesquera suele pasar por alto a los pescadores artesanales y a pequeña escala.
  • La formalización de la pesca garantiza su cobertura por las leyes nacionales.
  • El reconocimiento de los pescadores artesanales es importante para la sostenibilidad y para proteger a las comunidades pesqueras.

Los pescadores artesanales constituyen una parte importante de la pesquería de calamar gigante de Perú. Sin embargo, a pesar de su importante contribución a la pesquería, los pescadores artesanales y de pequeña escala suelen ser ignorados en la gestión pesquera nacional.

SFP ha estado trabajando con el Comité para el Manejo Sustentable del Calamar Gigante del Pacífico Sur (CALAMASUR) para asegurar el reconocimiento de estos pescadores, como parte de un esfuerzo mayor para mejorar la sustentabilidad regional de la pesquería.

SFP ayudó a facilitar la formación de CALAMASUR un grupo liderado por la industria de productores, procesadores y exportadores de calamar de Chile, Ecuador, México y Perú. SFP sigue sigue prestando apoyo técnico y científico a la organización.

Una victoria para la sostenibilidad del calamar

En febrero de 2020, CALAMASUR logró una importante victoria cuando el Organismo Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur (OROP-PS) emitió la primera Medida de Conservación y Ordenamiento (MCO) para el calamar gigante del Pacífico en aguas internacionales. 

Entre muchas disposiciones importantes, la MCO exigía la inclusión de los buques artesanales peruanos en el registro de buques controlados por el OROP-PS

La cadena de suministro impulsa la acción

Sin embargo, el gobierno peruano tardó en actuar. En 2020, más de 20 grandes compradores de calamar gigante de EE.UU. y Europa, todos ellos miembros de la Mesa Sectorial Global del Calamar de SFP, pidieron al Gobierno que completara la formalización de la flota artesanal peruana para que quedara amparada por la ley. 

Las empresas afirmaron que la formalización es necesaria para garantizar el cumplimiento de la MCO y avanzar en la sostenibilidad de la pesquería, reconociendo así a las miles de familias peruanas cuyo sustento depende del calamar gigante. Además, si no se regula la flota, se corre el riesgo de que los productos peruanos se clasifiquen como procedentes de la pesca ilegal, no declaradas y no reglamentada (INDNR) en los mercados de destino que tienen requisitos de sostenibilidad. 

Avances en la formalización

Este esfuerzo, junto con las acciones de otras partes interesadas a nivel local, llevó al gobierno peruano a empezar a formalizar las más de 3.300 embarcaciones artesanales dedicadas a la pesca de calamar y dorado en aguas peruanas. Más de un tercio de las embarcaciones han obtenido licencias, un primer hito clave en el proceso de formalización..

En 2021, el Gobierno incluyó los dos primeros buques artesanales en la lista del OROP-PS de buques autorizados para la pesca del calamar.

Barcos de pesca de calamar gigante en Perú