La SFP publica el informe de pesca de reducción de 2019: el 88% de las capturas procede de pesquerías "razonablemente bien gestionadas"

Una revisión de la gestión de las principales pesquerías europeas y latinoamericanas utilizadas para harina y aceite de pescado ha concluido que el 88% del volumen procede de pesquerías que están al menos "razonablemente bien gestionadas".

El informe, que analiza 26 poblaciones pesqueras de reducción en todo el mundo, también identificó un aumento del 2% en el volumen de pescado procedente de pesquerías consideradas "mal gestionadas".

"Todas las pesquerías cuentan ya con planes de gestión relativamente buenos; la continuación de los esfuerzos para resolver los problemas de gestión pendientes, así como el cumplimiento de las medidas científicamente aconsejadas, contribuirían probablemente a una recuperación más rápida de las respectivas poblaciones hasta niveles saludables", escribieron los autores del informe.

Otras conclusiones importantes del informe son:

  • El 3% del volumen total de capturas de las pesquerías de reducción del análisis procede de poblaciones clasificadas en "muy buen estado". Como en las cuatro ediciones anteriores de este informe, esto corresponde a una única pesquería: Krill antártico - Océano Atlántico Sur. Esta población está gestionada por la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) y cuenta con pesquerías certificadas por el MSC desde 2010.
  • El 88% del volumen total de capturas del análisis procede de poblaciones que se consideran "razonablemente bien gestionadas (o mejor)" (es decir, que obtienen una puntuación de 6 o superior en los cinco criterios señalados por la base de datos FishSource de la SFP), lo que supone un descenso del 3% en comparación con el año pasado. La población con mayor contribución a esta categoría sigue siendo la de Anchoveta - población centro-septentrional peruana, que representa aproximadamente el 32% del total de capturas, frente al 33% del panorama anterior.
  • El 12% (1,1 millones de toneladas) de las capturas totales de la pesca de reducción procede de pesquerías clasificadas como "mal gestionadas", lo que supone un aumento del 2% en comparación con el año pasado. No obstante, el volumen procedente de pesquerías mal gestionadas sigue siendo considerablemente inferior al observado antes de 2017.

Existe una necesidad crítica de desarrollar y ampliar los esfuerzos de mejora en las pesquerías del sudeste asiático, que no se incluyen en el análisis del informe. Estas pesquerías representan probablemente cerca de la mitad de las capturas mundiales de este sector y, sin embargo, son poco conocidas y están plagadas de persistentes problemas medioambientales y sociales.

"La harina y el aceite de pescado son ingredientes importantes de los piensos que aportan nutrientes clave a las gambas y los peces de piscifactoría", afirma Dave Robb, director de sostenibilidad, nutrición y salud animal de Cargill. "Pero es importante que se obtengan de forma responsable. Los proyectos de mejora pesquera (FIP) ofrecen una importante oportunidad para impulsar el desarrollo sostenible en zonas como el sudeste asiático, el sur de Asia y África, ayudando a mejorar la gestión y las actividades pesqueras en beneficio a largo plazo de todos los participantes. Cargill ya participa en algunos FIP y anima a otros actores del sector a participar también en este tipo de programas, para contribuir a garantizar un futuro sostenible para la harina y el aceite de pescado. La colaboración es clave: juntos, podemos ayudar a conseguir una pesca sostenible desde el punto de vista medioambiental y social".

Los impactos ecológicos de la pesca de reducción en el ecosistema marino más amplio no se conocen del todo. Un artículo de Birdlife International incluido en el informe destaca la vulnerabilidad de las aves marinas a las restricciones en la disponibilidad de peces forrajeros derivadas de la pesca.

Dave Martin, director adjunto de programas de la SFP, comentó los resultados: "A pesar de un ligero descenso en los resultados de este año, la industria de la harina y el aceite de pescado en Europa y América Latina ha construido un buen historial de abastecimiento responsable, aunque inevitablemente todavía hay margen de mejora. Por ello, es urgente que la industria mundial dirija su atención directamente al sudeste asiático".

Contacto: Sean Murphy, Director de Comunicación