En una sesión informativa organizada por la senadora Maria Cantwell (D-WA), el representante Norm Dicks (D-WA) y el representante Don Young (R-AK), los científicos compartieron sus investigaciones sobre las inminentes consecuencias ecológicas y económicas del aumento de la acidez de los océanos.

La acidificación se debe a que el océano absorbe cantidades cada vez mayores de dióxido de carbono de la atmósfera. Esto causa daños directos e indirectos a la vida marina. Las especies marinas que construyen sus estructuras a partir de carbonato cálcico (ostras, corales, etc.) son las más vulnerables a la acidificación del océano y, por extensión, los organismos, empleos y economías que dependen de ellas también se ven amenazados. Los cultivos de moluscos del noroeste del Pacífico han informado de impactos negativos en la producción de ostras debido a la acidez de las aguas oceánicas. A medida que aumente la acidificación, se espera que tenga profundas consecuencias para la pesca y las comunidades costeras que dependen de unos ecosistemas marinos sanos.

La sesión informativa fue organizada por el Marine Conservation Institute y Sustainable Fisheries Partnership, dos organizaciones que trabajan para comprender y responder a los efectos de la acidificación de los océanos en la vida marina. Según Brad Warren, Director del Programa Global de Salud Oceánica de Sustainable Fisheries Partnership, "los productores de marisco de cultivo han recibido últimamente una auténtica llamada de atención. En la costa occidental les está costando mucho conseguir semilla para cultivar. Tanto los criaderos como la producción natural de larvas están en peligro en unas aguas corrosivas. Han aprendido a eludir algunos de los impactos controlando cuidadosamente la composición química del agua y el rendimiento de las larvas para evitar las aguas más acidificadas, y actualmente algunos productores de la Costa Este están adoptando los mismos métodos."

Entre los científicos que presentaron sus investigaciones sobre las repercusiones regionales se encontraban: Sarah Cooley, del Instituto Oceanográfico Woods Hole; Beniot Eudeline, de Taylor Shellfish Farms; Mark Green, del Saint Joseph's College de Maine; y Shallin Busch, de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).

El Dr. John Guinotte, biogeógrafo marino del Marine Conservation Institute, declaró: "La acidificación de los océanos está afectando a los ecosistemas marinos y a las personas que dependen de ellos y se prevé una mayor acidificación. Los científicos que han presentado hoy su importante trabajo han prestado un gran servicio al informarnos sobre la magnitud de este problema."